El
Banco de Cádiz, creado en dicha ciudad en 1846, fué el primer banco andaluz, y el segundo privado de España, tras el
Banco de Barcelona, instituido éste en 1844.
Manuel Ravina Martín, en su libro
Catálogo de sociedades mercantiles de Cádiz ( siglo XIX ), reseña:
"1846, Enero, 31.
Sociedad anónima mercantil entre Francisco Paul ( por su sociedad
Paul Hermanos), Marcos Gutiérrez (por la denominada
Viuda e hijos de Álvarez de Pazo), Gabriel Quintín Montañés, Pedro Pascual Vela, Bernardo Badel, Juan de Dios Lasanta, Julián López, Juan González de Peredo y Benito Picardo, bajo la razón social
Banco de Cádiz, por tiempo de veinte años y bajo ciertas condiciones.
Notª 22, pr. 5245 (ante Ramón Sáenz), fols 127-131."
"1846, Febrero, 11.
"Reglamento de la Sociedad Anónima titulada Banco de Cádiz y su aprobación por el Tribunal de Comercio".
Notª 22, pr. 5245 (ante Ramón Sáenz), fols. 161-166."
"1846, Abril, 29.
Juan González Peredo cede a favor de Joaquín Francisco de Luchi la mitad de una acción que le pertenece en la sociedad
Banco de Cádiz, bajo ciertas condiciones.
Notª 22, pr. 5245 (ante Ramón Saénz), fols. 524-527."
"1848, Enero, 24
Benito Picardo, Pedro Pascual Vela, Juan González de Peredo, Francisco Paul, Marcos Gutiérrez, Rafael Méndez, Gabriel Quintín Montañés, Antonio Revello, Juan de Dios Lasanta, Julián López, vs. y del c. de Cádiz, disuelven la sociedad anónima mercantil Banco de Cádiz, que habían creado el 31 de Enero de 1846 por escritura ante Ramón Sáenz, escribano público de Cádiz.
Notª 22, pr. 5249 (ante Ramón Saénz), fols. 79-80."
La oposición de Madrid, en rigor, de la entonces conocida como
bancocracia cortesana, a permitir en Andalucía, o en cualquiera otra parte de España, la creación de bancos, incluso en una plaza con la tradición mercantil y financiera de Cádiz, que ya en el siglo XVIII había aportado la mitad del capital del
Banco Nacional de San Carlos, indujo a capitalistas gaditanos a fundarlo en condiciones peculiares: otorgaron la citada escritura de constitución ( en la que señalaban un capital de 10 millones de reales, a partes iguales entre los nueve socios ), que, con Estatutos y Reglamento, recibió la aprobación del Tribunal de Comercio de Cádiz
por encontrarse conformes y arreglados a las disposiciones del título segundo del Código de Comercio, según reseñó Florián Ruiz Vélez Frías, en su libro
Los bancos de emisión de Cádiz en el siglo XIX, página 4. Pero "olvidaron" contar con autorización del Gobierno, que, tal vez, esperaban obtener más tarde. Desde Madrid se insistió tanto en la falta de autorización gubernamental como en proclamar que los "billetes" gaditanos no estaban cubiertos por la ley. En todo caso la reacción "oficial" no se registra hasta mayo de 1848.
En el opúsculo
De los bancos de Cádiz, consta que alcanzó a distribuir 7 millones de reales a mediados de 1847, según reseña Carles Sudriá Triay en su artículo
La banca emisora provincial y la economía española: dinero y crédito. El citado folleto señala la aceptación de sus billetes por el Comercio de Cádiz.
Asimismo, que
sus operaciones dan un resultado equivalente á un descuento anual de doscientos veinticinco mil
pesos fuertes á 4 %.
Ante esta situación, los citados grupos de interés crearían el
Banco Español de Cádiz, Sucursal de Isabel II para colocar en Cádiz las cédulas del banco cortesano. Como en otras ocasiones, esta maniobra desde Madrid estaba dirigida por un andaluz, entonces José de Salamanca ( "especulador", "aventurero" ), que contó para ello con capitalistas locales, incluso con algunos de los intervinientes en este primer
Banco de Cádiz.
El
Banco Español de San Fernando se tuvo que hacer cargo del
Banco de Isabel II, obligado por
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El Español, 15-5-1846. |
el citado José de Salamanca, ahora ministro de Hacienda (de 28-3-1847 a 4-10-1847). La fusión se hizo en igualdad de condiciones a pesar de la situación ruinosa del
Banco de Isabel II; la desaparición de éste obligó al Gobierno a permitir un
Banco de Cádiz que, ahora sí, no lo era sólo de nombre.
La oposición de Madrid a la existencia de bancos
periféricos no se limitaría al de Cádiz,pues también afectaría al Banco de Sevilla; ambas entidades andaluzas compartirían, con el tiempo, el mismo opositor : Manuel Alonso Martínez; por cierto, el mismo que pretendió crear un banco "Nacional", esto es, único y con privilegio de emisión, proyecto fracasado por la quiebra del beneficiario, el inglés
Overend, Gurney and Co.