En su obra Corredores
y Comercio. La Correduria de Lonja gaditana entre 1573 y 1805, María
Guadalupe Carrasco González incluye a M. Langton formalizando en 1796, a su solo nombre, 3
préstamos por 204.908 reales de plata, también otro, por 119.083 con Juan Bautista
Mallet; éste concede, por sí solo, otro, por 103.758 reales de plata. En la obra mentada no se le registra como comprador ni vendedor de mercancías, lo que tal vez pueda interpretarse como que se dedicaba en exclusiva, o casi, a los préstamos,
Por su parte, Antonio-Miguel Bernal, en su obra La financiación de la Carrera de Indias,
señala a M. Langton como acreedor en 50 escrituras de riesgos, en los años de
muestra, entre 1760 y 1785, por 544.039 pesos sencillos.
En la quiebra de la compañía Blasco y Guerra, formada por Francisco Javier de Blasco y Francisco
Antonio Guerra, el 21-8-1792, Miguel Langton Careu resultó afectado por un
préstamo formalizado el 20-4-1792, de 67.200 reales con vencimiento a 10 meses,
según reseña María Pilar Gutiérrez Lorenzo en su obra Una quiebra comercial gaditana a finales del Siglo XVIII. La Compañía
Blasco y Guerra.
En 1809 Miguel Langton Carew suscribe 4.000 pesos fuertes en
el empréstito sin intereses levantado por la Junta Suprema de España e Indias, constituida en Sevilla para luchar contra los franceses.
Miguel Langton Carew casó con María Elena Wadding Murphi y luego con María Dillon. De origen irlandés, hijo de Miguel Langton y de Leonora Rothe. En 1803 vive en en calle del Camino nº 75.
Propietario de la salina San Antonio, en Puerto Real, según
reseña Antonio Luis López Martínez en su obra El abastecimiento de sal a las pesquerías gallegas, 1780-1816.