En la fundación el año 1844 del Banco de Barcelona, intervinieron los siguientes personajes residentes en Andalucía:
Bernardo Estrada , de Sevilla, con 10 acciones, las que en su nombre suscribe José María Serra Muñoz, éste Director del Banco de Barcelona desde su fundación hasta que muere en 1882 y que también representaba a otros accionistas que no residían en Barcelona. Estrada consta como comerciante, aunque su actividad debió ser más bien la de banquero, como denota esta participación y así consta en el Almanach du commerce de París de 1829 y en el Handels-Almanach oder Uebersicht des in den verschiedenen Ländern der Erde de 1838 (Bayerische Staatbibliothek). En 1853 aparece entre los mayores contribuyentes de Sevilla, con 7.891 reales.
Jacinto María Anglada , tenía con 40 acciones en el citado inicio. Con el Banco de Barcelona realizó operaciones por 800 duros entre 1845 y 1846, siendo eliminado (de la clasificación para riesgos) en la Junta de Gobierno de 30-9-1847. Se vuelva a encontrar dicho nombre al escriturarse en 1864 el non nato Banco de Almería, si bien en este caso, al parecer, corresponde a un hijo suyo, Jacinto María Anglada Ruiz; ver entrada a nombre de la citada entidad almeriense.
Ruperto Santaló Viñals tenía 40 acciones del Banco de Sevilla al morir en 1872; en 1858 entró a formar parte de la naviera de Sevilla denominada Segovia Cuadra y Compañía, ver entrada a nombre de Ricardo Santaló. También fué Consejero del Banco de Barcelona y uno de los principales inversores de Cataluña en la época, según reseñan Marc Badía-Miró, Yolanda Blasco-Martel, Sergi Lozano y Raimon Soler en su obra Redes sociales y negocios. La red de inversión del Banco de Barcelona en la economía catalana a mediados del siglo XIX.
No serían las únicas conexiones bancarias de esta época entre Andalucía y Cataluña: de Bagur era Pedro Forgas Puig, principal accionista del Banco de Sevilla, junto con Gonzalo Segovia García.
Lucena : Pedro Ortega Muñoz Toro.
Nerva : Domingo Iglesia Pérez.
En 1920 la Sucursal en Cádiz del Banco de Cartagena era Corresponsal allí del Banco de Barcelona, cabe suponer que dicha vinculación se extendería al resto de las Sucursales.
Fuentes: El Banc de Barcelona, 1844-1874. Història d´un Banc d´emissió, de Yolanda Blasco Martel y Carles Sudriá Triay. Los protagonistas de la fundación del Banco de Barcelona, de Yolanda Blasco Martel. El Banco de Almería: un proyecto frustrado de la burguesía almeriense, de A. Sánchez Picón y M. Titos. Almanach du commerce de París de 1829. Handels-Almanach oder Uebersicht des in den verschiedenen Ländern der Erde, de 1838. El Banco de Sevilla. 1857-1874 de Luis Barrera Coronado y Rafael Romero Luque.
Bernardo Estrada , de Sevilla, con 10 acciones, las que en su nombre suscribe José María Serra Muñoz, éste Director del Banco de Barcelona desde su fundación hasta que muere en 1882 y que también representaba a otros accionistas que no residían en Barcelona. Estrada consta como comerciante, aunque su actividad debió ser más bien la de banquero, como denota esta participación y así consta en el Almanach du commerce de París de 1829 y en el Handels-Almanach oder Uebersicht des in den verschiedenen Ländern der Erde de 1838 (Bayerische Staatbibliothek). En 1853 aparece entre los mayores contribuyentes de Sevilla, con 7.891 reales.
Jacinto María Anglada , tenía con 40 acciones en el citado inicio. Con el Banco de Barcelona realizó operaciones por 800 duros entre 1845 y 1846, siendo eliminado (de la clasificación para riesgos) en la Junta de Gobierno de 30-9-1847. Se vuelva a encontrar dicho nombre al escriturarse en 1864 el non nato Banco de Almería, si bien en este caso, al parecer, corresponde a un hijo suyo, Jacinto María Anglada Ruiz; ver entrada a nombre de la citada entidad almeriense.
Ruperto Santaló Viñals tenía 40 acciones del Banco de Sevilla al morir en 1872; en 1858 entró a formar parte de la naviera de Sevilla denominada Segovia Cuadra y Compañía, ver entrada a nombre de Ricardo Santaló. También fué Consejero del Banco de Barcelona y uno de los principales inversores de Cataluña en la época, según reseñan Marc Badía-Miró, Yolanda Blasco-Martel, Sergi Lozano y Raimon Soler en su obra Redes sociales y negocios. La red de inversión del Banco de Barcelona en la economía catalana a mediados del siglo XIX.
Pedro Manuel Durán , comerciante, tenía
10 acciones del Banco de Barcelona hacia 1845, no indicándose domicilio del
mismo, según reseñan Yolanda Blasco Martel y Carles Sudrià en su obra El Banc de Barcelona, 1844-1874, Història d’un banc d’emissió, página 115, lo que señalan en las actas de los notarios Miquelerena y Planas. También indican que en 22-2-1846 el Banco de Barcelona celebra Junta General de
accionistas y elige comisión para reformar los Estatutos, Pedro Manuel Durán
obtiene 80 votos de 90 asistentes.
En 27-3-1862 Ruperto Santaló Viñals, otorga poder a Pedro
Manuel Duran, ambos accionistas del Banco de Sevilla, para que lo represente en
la naviera Segovia Cuadra y Compañía, rescisión y reconstitución de la misma,
según consta en la página Mónaco Bacardí, de Julio C. García.
El Fomento de Galicia, 11-4-1858. |
Las anteriores vinculaciones se plasmaron en la Corresponsalía entre el Banco de Barcelona y el Banco de Sevilla y que éste también tuvo con otras entidades andaluzas, Banco de Cádiz y Banco de Málaga.
No serían las únicas conexiones bancarias de esta época entre Andalucía y Cataluña: de Bagur era Pedro Forgas Puig, principal accionista del Banco de Sevilla, junto con Gonzalo Segovia García.
El Áncora, 17-8-1850. |
El Áncora, 16-10-1851. |
Entre 1850 y 1853 llegan a Barcelona sacos de
efectivo destinados a banqueros de la plaza : Girona Hermanos Clavé y Cía,
Vidal Cuadras y Cía, Ortembach y Cía., Ignacio Villavecchia, Dotres Clavé y
Fabra, así como el propio Banco de Barcelona. Llevados desde Cádiz, Ciotat y
otras plazas, son transportados por barcos, entre ellos el vapor Segundo
Gaditano, cuyo capitán José María Soulé Rueda consta en 1858 como accionista del
Banco de Cádiz, luego del Lloyd Andaluz.
En el año 1900 los notarios de Sevilla protestan 1.585 efectos presentados por los distintos bancos y banqueros. La plaza de de origen del mayor número de ellos era Barcelona, con 472 documentos. Efectos aplicados por los bancos Crédit Lyonnais, 81; Hijos de Magín Valls, 79; Antonio Freixa, 75; Jover y Cía., 71; Banco de Préstamos y Descuentos, 39; Banco de España, 31; Martínez y Cía., 29; Garriga Nogués y Cía, 28; Sociedad Catalana General de Crédito, 13; Roura y Cía, 12. Ver entradas Banca y protestos notariales en Sevilla, año 1900 y Banca y protestos notariales en Sevilla, año 1910. Es significativo que ninguno fuera aplicado por el Banco de Barcelona.
En 1880 Federico Fedriani invierte 69.000 ptas. en billetes hipotecarios de la Isla de Cuba, a través del Banco Hispano Colonial.
En el año 1900 los notarios de Sevilla protestan 1.585 efectos presentados por los distintos bancos y banqueros. La plaza de de origen del mayor número de ellos era Barcelona, con 472 documentos. Efectos aplicados por los bancos Crédit Lyonnais, 81; Hijos de Magín Valls, 79; Antonio Freixa, 75; Jover y Cía., 71; Banco de Préstamos y Descuentos, 39; Banco de España, 31; Martínez y Cía., 29; Garriga Nogués y Cía, 28; Sociedad Catalana General de Crédito, 13; Roura y Cía, 12. Ver entradas Banca y protestos notariales en Sevilla, año 1900 y Banca y protestos notariales en Sevilla, año 1910. Es significativo que ninguno fuera aplicado por el Banco de Barcelona.
En 1880 Federico Fedriani invierte 69.000 ptas. en billetes hipotecarios de la Isla de Cuba, a través del Banco Hispano Colonial.
En 1919 el Banco de Barcelona tenía los siguientes Corresponsales en Andalucía :
Lucena : Pedro Ortega Muñoz Toro.
Nerva : Domingo Iglesia Pérez.
En 1920 la Sucursal en Cádiz del Banco de Cartagena era Corresponsal allí del Banco de Barcelona, cabe suponer que dicha vinculación se extendería al resto de las Sucursales.
Como el resto de los bancos de emisión existentes entre 1844 y 1874, es calificado en alguna ocasión de banco provincial, cuando fueron solicitados, y autorizados, los que obtuvieron la conformidad cortesana, para operar en sus respectivas plazas, incluso algunas ciudades sin estatus capitalino pero con la suficiente vitalidad financiera fueron capaces de crear su banco, que, como adenda, coincidía con el de la cabecera de la demarcación, caso de Jerez y Cádiz, en Andalucía. En el resto de España tal duplicidad se produjo en Galicia, con el Banco de La Coruña y el Banco de Santiago. También en Cataluña, aquí con el Banco de Tarragona y el Banco de Reus. Algunas plazas el contar con tal capitalidad no le ayudó, al carecer de suficiente vitalidad económica.
Fuentes: El Banc de Barcelona, 1844-1874. Història d´un Banc d´emissió, de Yolanda Blasco Martel y Carles Sudriá Triay. Los protagonistas de la fundación del Banco de Barcelona, de Yolanda Blasco Martel. El Banco de Almería: un proyecto frustrado de la burguesía almeriense, de A. Sánchez Picón y M. Titos. Almanach du commerce de París de 1829. Handels-Almanach oder Uebersicht des in den verschiedenen Ländern der Erde, de 1838. El Banco de Sevilla. 1857-1874 de Luis Barrera Coronado y Rafael Romero Luque.