Al parecer, en esta fundación también intervino Manuel María Munilla Sánchez, uno de los creadores y primeros directivos del Banco de Sevilla, extremo que no se ha podido constatar; ver entrada a su nombre.
En el balance del Banco de Sevilla al 11-4-1874 se incluye Fábrica de loza en San Juan de Aznalfarache, valorada en 330,700 , cifra similar a la antes consignada..
Manuel Ravina Martín en su libro Catálogo de las compañías mercantiles de Cádiz (siglo XIX) reseña :
"1859, Mayo, 29.
Sociedad mercantil entre Francisco Cassá, v. y del c. de Cádiz, Ramón Rodríguez y Antonio de Peralta, vs. y del c. de Sevilla, bajo la razón social Ramón Rodríguez y Compañía, con sede en Sevilla, para la explotación de una fábrica de loza establecida en San Juan de Aznalfarache (Sevilla), por tiempo de tres años prorrogables, y bajo ciertas condiciones.
Notª I, pr. 83 (ante Ricardo de Pro y Fajardo), fols. 557-560"
"1860, Mayo, 17.
Francisco Cassá, v. y del c. de Cádiz, se separa de la Sociedad mercantil que habían creado el 29 de Mayo de 1859, junto con Ramón Rodríguez y Antonio de Peralta, vs. y del c. de Sevilla, mediante escritura pública ante el escribano de Cádiz Ricardo de Pró, bajo la razón social Ramón Rodríguez y Compañía, con sede en Sevilla, para la explotación de una fábrica de loza establecida en San Juan de Aznalfarache (Sevilla); los socios restantes crean una nueva sociedad, Rodríguez y Compañía, con el mismo objeto social.
Notª I, pr. 86 (ante Ricardo de Pro y Fajardo), fols. 820-827"
Otra fuente (1) indica la constitución de una fábrica de loza en San Juan de Aznalfarache el 17-11-1854, con el nombre de Jorge Brander y Compañía, y capital de 25.000 pesetas, dirigida por Jorge Brander, a iniciativa de John Cunningham Young (ver entrada de éste) y Williams MacAndrew, comerciantes británicos vinculados a compañías navieras establecidas en Sevilla. En 1859 compran la factoría Cassá, Manuel Rodríguez y Toledo y Antonio de Peralta (¿con un préstamo o crédito del Banco de Sevilla?) a nombre ahora de la predicha Rodríguez y Compañía, si bien Cassá sale pronto, el 17-5-1860. Varios contratiempos fuerzan la quiebra en 1868 : un incendio en 10-8-1861 (Diario de Córdoba : “ las pérdidas parece que ascienden a unos 3.000 duros”), instalaciones anegadas por avenidas del Guadalquivir, cuyo dragado ya entonces estaba abandonado por el Gobierno.
A pesar de tales contratiempos, la fábrica estuvo funcionando hasta muy avanzado el siglo XX. Resulta llamativo que no se le venga considerando en el debate sobre historia de la industrialización de Andalucía.
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( 1 ) Antonio L. Tirado. Breve historia de la fábrica de loza de San Juan de Aznalfarache.
















